REVERSOS









  • Coplería del Olvido


Yo te conocí un domingo

y un domingo te olvidé;

sí, mi señora: hoy quedé

soltero de tu cariño.


Ya ni recuerdo los días

cuando tanto te deseaba,

porque hoy mi pensar estaba

en ver si olvidar podía.


Fuiste gota en mi desierto

que calmó mi sed infinita,

pero tu agua fue maldita

para mi aprovechamiento.


Fui para ti sólo lumbre

que cualquier brisa fulmina,

tú para mí, medicina

que alivió mi pesadumbre.


Fuiste la mujer bendita

que soñé en mi incertidumbre;

para ti fui servidumbre

que se pone y que se quita.


Pero ya ves: hoy germina

la semilla del olvido;

el ave abandona el nido

del recuerdo que lastima.


Hoy te olvidé, y he tenido

una alegría tan serena,

que casi lloro de pena

por haberlo conseguido.


El tuyo ya no es mi huerto;

tu dolor no es mi dolor.

Hoy tendrás algún... señor

a quien mantener despierto.


  

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